Consideraciones a la hora de comprar un caballo
Consideraciones a la hora de comprar un caballo
Cuando compramos un caballo estamos comprando un animal viviente que respira y que experimenta miedos, dolor, confusión y otras emociones.
Los caballos son animales que viven una media de 25 a 30 años y cada vez que un caballo cambia de dueño, sus probabilidades de acabar en malas manos o incluso en el matadero aumentan exponencialmente.
Por ello, si te estás planteando comprar un caballo, te mostramos una serie de aspectos que debes analizar con cautela para asegurar el mayor bienestar y éxito para ti y tu caballo.
1. Motivación de compra
¿Qué es lo que te motiva para comprar un caballo? ¿Por qué deseas tener un caballo propio? ¿Quieres participar en competiciones? ¿Montar a alto nivel? ¿O simplemente deseas tener un caballo por amor a estos animales?
Entender la naturaleza del caballo y sus necesidades es el primer paso para desarrollar una relación exitosa con tu caballo y, desgraciadamente, estas necesidades no siempre irán acordes con el calendario de competiciones. Debes recordar que, aunque lo hagas todo lo mejor posible, los caballos se pueden hacer daño en una gran variedad de formas y con una gran variedad de consecuencias, algunas de las cuales pueden suponer el fin de la carrera competitiva a alto nivel.
Si adquieres un caballo con el fin de competir debes tener claro si para ti es más importante el éxito competitivo o el bienestar del caballo. ¿Podrás encontrarle una buena casa en la que lo cuidarán para resto de su vida si tú necesitas buscar otro caballo de competición? ¿O serás capaz de cambiar tus expectativas para adaptarte al caballo? Si tu sueño es competir a alto nivel, hay muchas otras opciones que te podrán asegurar el éxito competitivo sin la necesidad de comprometer el futuro de un caballo ni de la educación y conocimiento que conlleva el hecho de tener un caballo en propiedad. Estas opciones son, por ejemplo, competir con los caballos de tu escuela o proponerte a algún propietario para montar a su caballo y sacarlo a competir. De este modo, si ese caballo no te permite avanzar en la dirección que deseas, siempre podrás buscar otro, estando seguro de que continuará siendo bien cuidado y querido por su dueño.
El amor por los caballos por el simple hecho de ser caballos es la mejor motivación para adquirir un caballo en propiedad, ya que eso te dará el deseo de buscar siempre apoyo educacional de calidad, tanto para ti como jinete como para tu caballo, los mejores profesionales de cada área para ayudarte en su cuidado y la capacidad de crear planes de entrenamiento adecuados y de establecer expectativas realistas.
2. Experiencia y educación
Tu experiencia como jinete es un aspecto muy importante a considerar a la hora de comprar un caballo. No suele ser una buena idea juntar un jinete inexperto con un caballo inexperto. Es imposible, incluso con un entrenador experimentado, que un jinete inexperto pueda guiar a un potro o caballo verde en un entrenamiento que produzca un caballo bien equilibrado, con las ideas claras y la capacidad de llevar a un jinete principiante sin generar frustración, ni en el jinete ni en el caballo. Montar potros no es una buena forma de aprender a montar o a manejar caballos. Debes recordar que la tarea de montar animales que no están diseñados para cargar peso, con el peso de la montura, el peso del jinete y pedirles una gran variedad de ejercicios gimnásticos (que deben ser comunicados al caballo en un lenguaje que ellos puedan entender), es una tarea que conlleva una considerable planificación, conocimiento y recursos.
Hay una gran variedad de áreas que considerar a la hora de tener, mantener y entrenar (ya sea de forma recreacional o competitiva) con éxito a un caballo, de forma que se mantenga sano, feliz, voluntarioso y empoderado como compañero equino: nutrición, psicología, biomecánica, podología, equitación, ajuste del equipamiento, etc.
Un programa de cuidados y entrenamiento adecuado será mucho más barato en el tiempo en comparación con las costosas facturas veterinarias generadas por los pequeños problemas que pasan desapercibidos en el tiempo a causa del desconocimiento y se acaban volviendo crónicos.
Todo cuenta a la hora de mantener un compañero equino sano y feliz que tenga voluntad de hacer lo que le pidas, por lo que un conocimiento profundo de las necesidades del caballo es esencial.
3. Presupuesto
El precio de venta de un caballo suele ser la primera consideración para aquellos buscando caballo en el mercado. Pero debes saber que eso es, en realidad, solo una pequeña parte del presupuesto que necesitarás comparado con los costes de mantener a tu compañero equino a lo largo de su vida.
Después de la compra del caballo, necesitarás tener en cuenta los costes de pupilaje, equipamiento (tanto la compra como las revisiones y ajustes periódicos), cuidados veterinarios (incluyendo la dentadura), podología / herrajes, lecciones de equitación, tasas de inscripciones a competiciones si quieres competir, transportes, etc.
4. Responsabilidad como propietario
Como propietario, eres el responsable de todo lo que involucre a tu caballo. Las decisiones que tomes tendrán impacto en su bienestar, por lo que es muy importante que estés bien informado. Esto conlleva mucha búsqueda y educación para asegurarte de que serás un buen propietario para tu compañero equino.
5. Elección de los profesionales
Como propietario, no puedes ser profesional en todas las áreas que involucra el cuidado de un caballo. Pero sí debes tener el conocimiento suficiente para rodearte de un adecuado equipo de profesionales que tengan el conocimiento y las habilidades apropiadas para ayudaros a ti y a tu caballo.
Si crees que tienes la motivación adecuada para comprar un caballo, has entendido las necesidades financieras, la educación y el compromiso necesarios para ser un propietario responsable, en MRE Entrenamiento Ecuestre te ayudamos a encontrar el caballo de tus sueños, que se convertirá en tu compañero y en tu mejor amigo. ¡Ponte en contacto con nosotros aquí para embarcarte en la maravillosa experiencia de tener un caballo!
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